Federico
Nietzche (1844 -1900)
Su
pensamiento surge en una etapa histórica en la que la influencia de la Religión
sobre la humanidad comienza a disminuir. De ahí su frase “ Dios ha muerto” con
lo cual los mandatos morales basados en ella pierden sustento.
Nietzche
consideraba que hay una “moral de Amos” y una “moral de Esclavos”.
La Moral
de Amos valora el, orgullo, fortaleza, nobleza, egoísmo. Valora las
Consecuencias.
La Moral
de Esclavos valora: la amabilidad, la
humildad, la compasión, la mansedumbre, la misericordia. Valora las Intenciones
Para
Nietzche la “moral de esclavos” venció a
la “moral de Amos” por medio de la Democracia que buscaria hacer a todos Esclavos.
Un Übermensch (pronunciado en alemán [ˈʔyːbɐˌmɛnʲʃʷ]; traducible como superhombre, suprahombre, sobrehombre)1, en la filosofía de Friedrich
Nietzsche, es una persona que ha alcanzado un estado de
madurez espiritual y moral superior al que considera el del hombre común. Es
capaz de generar su propio sistema de valores, identificando como bueno todo lo
que procede de su genuina voluntad de poder. Este
concepto parece proceder de la lectura por parte de Nietzsche, en la década
de 1870, del
ensayo El único y su
propiedad (Der Einzige und sein
Eigentum), publicado por Max Stirner en 1844. En 1874 Nietzsche prestó a su alumno, Baumgartner, la
obra de Stirner, sacada de la Biblioteca de Basilea.
Una de las
ideas que ha defendido con mayor interés, es que los valores tradicionales representados por el cristianismo someten a las
personas más débiles a una «moralidad esclava», el «espíritu gregario», que no
provocan en ellos más que un estado de resignación y conformismo hacia todo lo
que sucede a su alrededor. Para él, esos valores tienen que desaparecer para que aparezcan otros nuevos que
representen su prototipo de hombre ideal, al que él mismo llamó Übermensch.
Combate la moral impuesta por las religiones e impulsa una moral
que surja desde lo más profundo de las personas.
¡Mirad, yo os enseño el superhombre!
El
superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el
superhombre el sentido de la tierra! ¡Yo os conjuro, hermanos míos, permaneced
fieles a la tierra y no creáis a quienes os hablan de esperanzas
sobreterrenales! Son envenenadores, lo sepan o no.
Son despreciadores de la vida, son moribundos y
están, ellos también, envenenados, la tierra está cansada de ellos: ¡ojalá
desaparezcan!
Así habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche
Friedrich
Nietzsche y El Superhombre ( Übermensch)
Este Übermensch no
cree en las cosas que prometen las religiones después de la muerte, él solo cree
en lo real y en lo que puede ver. Es un ser que, ante todo, razona; aunque eso
no quiere decir que no sienta. Este Übermensch se deja llevar
por sus pasiones y sus sentimientos pero, a su vez, se
domina a sí mismo; no busca sólo el placer, esa sería la diferencia con «el
último hombre», el último peldaño hacia el Übermensch. Nietzsche contradice
en esto totalmente a Platón y a Sócrates, los cuales consideraban
totalmente necesario el control de las pasiones. Nietzsche considera a Sócrates
como el culpable de la moral de rebaño de la sociedad occidental.
Nietzsche
expone estas ideas en su libro Así habló
Zaratustra, en el que exhorta a la sociedad a orientar sus
esfuerzos para superar la línea evolutiva espiritual que hay entre el animal y
el superhombre. El repudio del superhombre a la moral de rebaño fue expuesto
en Ecce
homo y El Anticristo.
Nihilismo: El nihilismo (del
latín nihil, "nada") es el rechazo de todos los
principios religiosos y morales, a menudo en la creencia
de que la vida no tiene sentido. El nihilismo suele presentarse como nihilismo
existencial, forma en la que se sostiene que la vida carece de significado
objetivo, propósito, o valor intrínseco.1 El nihilismo se puede
considerar crítica social, política y cultural a los valores, costumbres y
creencias de una sociedad, en la medida en que estas participan del sentido de la vida, negado por dicha
corriente filosófica. El término nihilista fue creado por el
novelista ruso Iván Turguénev en su novela Padres e hijos (1862):
"Nihilista es la persona que no se inclina ante ninguna autoridad, que no
acepta ningún principio como artículo de fe" y se extendió de manera
extraordinaria en la sociedad rusa de la segunda mitad del siglo xix con distinto significado: para
los conservadores era ofensivo, para los revolucionarios demócratas era una
señal de identidad.
Nietzsche estructuró la conceptualización del término, pero este ya existía
como corriente en la antigua Grecia3 representado por la Escuela cínica y en
el escepticismo.
El nihilismo niega
lo que pretenda un sentido superior, objetivo o determinista de la existencia
puesto que dichos elementos no tienen una explicación verificable. En cambio,
es favorable a la perspectiva de un devenir constante o concéntrico de la historia objetiva, sin ninguna
finalidad superior o lineal. Es partidario de las ideas vitalistas y lúdicas, de
deshacerse de todas las ideas preconcebidas para dar paso a una vida con
opciones abiertas de realización, una existencia que no gire en torno a cosas inexistentes.
En este
sentido el nihilismo no significa creer "en nada", ni pesimismo ni mucho menos "terrorismo" como suele pensarse,
si bien estas acepciones se le han ido dando con el tiempo a la palabra.
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